miércoles, 31 de octubre de 2012

EDURNE PASABAN, LA NUMERO UNO

Montañera de Tolosa, 39 años, la primera fémina en hollar los 14 ochomiles del planeta Tierra. Ingeniera Técnica Industrial y regente de una Casa-Restaurante Rural en la montaña tolosarra. Autora del libro "Catorce veces ochomil".

En una amena, interesante y distendida charla salpicada con audiovisuales de su afición suprema, nos repasó ayer casi toda su vida. Desde su origen acomodado económicamente y tolerante y coincidente en parte de sus aitas.  "En Tolosa ya había entonces tres  clubs de montaña... con quince años me fui a Alpes con chicos de 25/30 años".

Lourdes Pasaban y Per Bat
En 2001 hizo el Everest con oxígeno.  Hasta 2005 siguió progresando en los ochomiles, siempre en equipo y con hombres. "A mis compañeros les debo mucho, muchísimo", nos repitió varias veces en la noche de Arrigorriaga. Pero también nos relató su seria depresión en 2006, sin hollar ninguna cima extrema, y algunas discrepancias con su aita.  Fue después de su séptimo en 2008 cuando ya se planteó su  "carrera a por los catorce".

En el audivisual nos enseñó Kangchenjunga, donde una "pájara" la dejó k.o. tras llegar a cima y sólo sus compañeros la salvaron bajándola "con la dificultad que yo les suponía por mi altura" hasta el campo base. También el Annapurna y Shishapangma en el sprint final del 2010 con la coreana Oh Eun-Sun (miss Oh). Nos relató las distintas dificultades de los catorce. Desde el K-2, "sin duda el más difícil" donde le amputaron dos dedos, hasta  el  "más facil" Shisha que sin embargo no pudo coronar hasta el sexto intento por el mal tiempo. Exahustiva y clara  fue explicando cómo se incrementa la dificultad a partir de ochomil, aunque "el Annapurna es otra cosa y de lo más difícil, que hicimos en un ascenso y tiempo extraordinarios".

Pasaban con directivos del Alpino Padura en Lonbo Aretoa
Autocrítica con su carácter, personalidad y errores, amena en el lenguaje "cercano" y hábil en las poses y tono de voz, supo evadirse de las preguntas comprometedoras pero se ganó al público. No rechazó una próxima maternidad, pasó rápida por su nuevo intento fallido de ascensión al Everest sin oxigeno en 2011, su poca afinidad con la competidora coreana y nos adelantó que "quizás vuelva a explorar la montaña... porque ya no puedo vivir sin ella... pero tampoco se puede vivir de ella".

Pasaban en el Everest(8.848 m) 2001
Y en la cima del Shishapangma el 17.05.10 7,52 h... objetivo conseguido!

Zorionak, Edurne. Por toda tu "carrera"... eta milla esker por deleitarnos dos largas horas en Lonbo Aretoa. 
 

martes, 30 de octubre de 2012

TXIKON Y URUBKO EN ARRIGORRIAGA


La Semana Montañera del Club Alpino Padura en Arrigorriaga sigue a mucha altura. Ayer, lunes 29, nos presentó la vida montañera de Denis Urubko, de Kazajistan. Nos contó en inglés su dilatada "aventura, montañismo y arte" (sic) que le ha llevado entre otros premios a obtener dos piolets de oro de Asia y un tercero internacional. Ya se le puede colocar entre los primeros de la élite del actual alpinismo.

Alex y Denis en la Cruz del Gorbea, en el amplio paseo por Euskalherria y Riglos que se dieron antes de la conferencia


"En la montaña quiero hacer arte.  Aspiro a tener la fuerza del caballo y la agilidad del mono y  ambas unidas" Fueron dos de las frases más traducidas por Txikon, que ayer se estrenaba como traductor de su amigo y compañero kazajo.

Me ha parecido un superhombre, ya "mitad caballo y mitad mono". Y con más mérito al hacerse a sí mismo en un país difícil, que  le ha zancadilleado más que ayudado.  Bueno, y lo de nuestro vasco de Lemoa... cada día más crak: diez ochomiles, presentador y traductor de lujo... vuelve a Lonbo la próxima semana!

Zorionak Padura. No me estraña que con este nivel veamos el Lonbo Aretoa casi lleno y entre los asistentes otras figuras, como ayer al pelotari  Oinatx Bengoetxea, que también es bueno en la montaña. 

viernes, 19 de octubre de 2012

HAY MONTAÑAS EN MALLORCA. PUIG MAJOR (1445)

Una semana bien aprovechada en la isla grande de Baleares da para mucho. Aunque sorprendentemente el primer día nos pillan unas lluvias torrenciales no conocidas en Mallorca desde hace décadas. Amenaza y repite lluvia los siguientes. Los dos últimos ya me invitan al baño que acepto en sus calas.

Pero esta entrada es para dejar una pincelada de sus montañas.  Todo su norte está plagado de ellas, que se hacen visibles de todos sus rincones. Son varias las cimas que superan de largo los mil metros. Y el Puig Major, techo de la isla, llega a los 1445. Una pena que fuera bestialmente agredido en 1955 para que los americanos colocaran allí una estación de radares como red de alerta y control aéreo (?).
reportaje
Así nos lo contó Soler en un  dominical de  Palma

"Hacia 1955, la tranquilidad del Puig Major fue rota por la presencia de personal y excavadoras, bajo dirección de ingenieros militares norteamericanos, con la misión de abrir una carretera entre la base de la montaña y su cumbre. [...]
Conseguida una base de asentamiento amplia, se aplanó el terreno, iniciándose la instalaciones de la Estación de Alerta y Vigilancia número 7. Construido el asentamiento proyectado, quedan instalados los radares de vigilancia y altura AN-FPS 100 y AN-6, trasladados por piezas y montados, por técnicos de la US Air Force, en ocasiones bajo condiciones meterológicas adversas [...] La estación de radar pasa a ser operativa, con personal militar estadounidense, en julio de 1960. Con motivo de su viaje a Mallorca en mayo de ese año, la cual no visitaba desde 1947, el general Franco inauguró las instalaciones del Puig Major, subiendo en coche hasta su cumbre.

 Hasta llegar al momento presente, el EVA 7, hoy Escuadrón de Vigilancia Aérea 7, ha pasado por diversas fases y circunstancias. Nada más comenzar oficialmente a controlar un amplio espacio del Mediterráneo Occidental, y por ende, una neurálgica zona del Flanco Sur de la OTAN, con unos cuatrocientos kilómetros de radio de acción, se inicia la preparación de personal del ejército del Aire español en esa materia. A finales de 1964, la operatividad de los equipos de aviso y control electrónico del espacio aéreo nacional pasa a responsabilidad española. Lo mismo sucede con edificios, instalaciones y equipos, tras firmarse la recepción del conjunto, en enero de 1965. Aunque la presencia militar norteamericana se reduce a un pequeño destacamento, no es hasta 1993, cuando desaparece dicha presencia militar, pasando, simultáneamente, a manos españolas la estación de comunicaciones troposféricas. Se dice que dicha estación fue de las primeras en captar la llegada del hombre a la Luna, el 21 de julio de 1969. Hito importante de esta unidad es el pase del sistema manual de control al automático, iniciado en 1970 y culminando en 1977, al integrarse los radares, ocultos por las conocidas popularmente en la isla ‘bolles del Puig Major’, en el programa Combat Grande I, basado en lo que en aquel momento era un nuevo sistema de defensa aérea. El dispositivo se centralizó en el Centro de Operaciones de sector del Ala de Alerta y Control ubicado en Torrejón de Ardoz. A partir de ese momento, toda la información que producen los radares de los Escuadrones de Vigilancia Aérea española, incluido el del Puig Major, se envían a la mencionada unidad madrileña".
Guillermo Soler: Los ojos electrónicos del Puig Major (La Almudaina, 15/05/2011)

Me dijeron que la subida a pie desde el mar se inicia en Sa Calobra. También que los americanos le habían quitado 20 metros a la cima. Y que sólo dejan subir hasta los "lagos" Gorg Blau y Cúber, a unos 1000 metros de altura y zona de turismo. ¡Se me quitaron las ganas! Tras ver el atentado humano contra la naturaleza en la cima del Midi de Bigorre (F) el pasado 28 de septiembre, no quiero volver a sufrir en la montaña viendo otra barbarie.

Aunque son embalses artificiales, fueron una necesidad humana que ya se ha camaleonizado con la isla


martes, 2 de octubre de 2012

Al PEREGAÑA (625) descalzo

He descendido de las altas montañas pirenáicas a mi humilde montaña ayalesa. En mis caminos peregrinos  he practicado con frecuencia el caminar descalzo para airear y fortalecer los pies. Hoy lo hago desde Pozoportillo (466) con sólo unos viejos calcetines de lana. Es mi primer monte descalzo. Entre ida y vuelta son dos kms. de asfalto con piedrillas y otro tanto por pradera y arbolado. El único problema van a causarlo los casi invisibles pinchos de los secos cardos, que se enredan en la lana y acaban alojándose en las plantas de los piés. ¡También así se fortalecen para futuras necesidades perentorias!
http://www.amf-fam.org/images/mountains/0130.jpg
Quejana con Peregaña al fondo

Esta cima ayalesa es de las más fáciles "centenarias". Desde el alto de Laisilla (506) en Ozeka, hasta donde se llega en cualquier turismo, sólo hay media hora  a pie con un suelo muy cómodo y unas vistas  excelentes.
Mi consejo es dejar el vehículo en el aparcamento de la Torre de Quejana  (foto) y hacer el recorrido a pie por Pozoportillo (foto) y descender a Beotegi por el Camino Real de arrieros y por asfalto hasta el coche. Son unos diez kilómetros, ideales para una mañanera relajada disfrutando de la panorámica de Ayala y Salbada. Muy válida para familias con niños y ancianos un poco entrenados.

Venta Pozoportillo, con Sierra Salbada detrás y el Eskutxi (1178) escondido en el centro de la foto a sólo unos metros del "casco".
A las 13 h. regreso a la Venta. Me espera duro trabajo de trasladar tierra en carretillas y trasplantar un abeto que me estorba.  La más tonta de las caídas al terminar de arrancarlo da con mi espalda en el  borde pétreo y pronunciado de la rústica acera. El intenso dolor y dificultad respiratoria me "anuncian" la posible fractura de alguna costilla. Unos minutos tumbado para recuperarme y a comer. Por la tarde  termino el trasplante con bastante dolor.

Recuerdo la anécdota que nos contó el histórico "rey" montañero Messner en Bilbao. Una caída tonta en su castillo, a donde subió a entrar por la ventana por haberse dejado las llaves, casi le deja en silla de ruedas. Y le inutilizó para seguir hollando cimas. Ni yo soy él  ni mi árbol es su castillo... pero las caídas tontas las podemos tener todos. ¡Mis costillas se van a recuperar... pero al abeto le tendré que ayudar en su nuevo destino!