martes, 31 de diciembre de 2013

AMANECER EN GORBEA (1482) 31-12-13

 Los pitufos de mi cerebro me despiertan antes de las 6 de la  mañana, me sacan de la cama y me arrastran a la montaña, como otros años,  pero hoy con dos horas o más de adelanto. El viento nocturno ya me avisa que hoy el Gorbea va a estar difícil. En el viaje en coche, de 28 kilómetros hasta cerca de Pagomakurre me voy poniendo malo. La leche o los polvos con que la he coloreado me ha debido de sentar mal. No se debe cambiar la costumbre del desayuno en tal esforzada aventura.
Disculpas. Es la foto del añoviejo 2012. Hoy estaba de noche total por aquí y era imposible para mi hasta  sacar la cámara
Nos obligan a aparcar a más de un kilómetro de mi objetivo. Ya cuento más de cien turismos, que sólo a tres de media, ya me preceden 300 mendizales (y eso sólo por esta subida, la de Bilbao y sus cercanías, que hay algunas más). Inicio el camino pedestre a las 7,40 h., para llegar a las 10 a la Cruz. El desagradable y peligroso viento no ha acobardado ni a alaveses ni a bizkaitarras en este nuevo añoviejo. Ya esta costumbre, que al menos dura décadas, se ha hecho tradición para muchos, entre cuyo “rebaño” me encuentro hoy por enésima vez.

En Arraba ya es de día. Pero imposible sujetar la cámara para una foto normal

Por el paso de Aldape, el enemigo es el  barro
Tras Eguiriñao, ya en la subida dura, me empiezo a recuperar del mal cuerpo que arrastro. Con el encuentro con un “fenómeno”... de 6 años!, con su compañía y su cuadrilla, subimos como tiros. Iñaki Guaresti, 6 añitos sí, de Amurrio…”Ya he subido  más veces con mi aita y de noche a buscar los perros, que él es cazador. El ha hecho corriendo tres veces la de los tres grandes, pero hoy no ha podido venir”.  Me  maravilla su capacidad andando y hablando. Y sube con sus amigos, de 16, 49 y 53 años. Sigo toda la aventura mañanera con ellos.
En el "equipo" falta el fotero, que con Antonio ya llevan 19 años seguidos subiendo este día  desde Llodio y Amurrio
A las 10 h. en la cima ya es difícil mantenerse en pie. Nos tenemos que agarrar recíprocamente. Nunca he visto la Cruz  un “sansilvestre” sin cava, ni móviles, ni fotos, ni bokatas. Es casi imposible  sacarlo. A los gafosos, la escarcha nos hiela las lentes en unos segundos.  En años “buenos” habremos llegado más de 3000. Hoy quizás sea de los peores. Ráfagas de viento de más de 120 kms, temperatura real de unos -2º y sensación térmica de -5/8º.

Las gafas se nos escarchan nada más llegar
 Lo del descenso es aún más peligroso. Imposible no caerse. Padre e hijo, de los de e mi grupo, aterrizan a la vez ante mí. Y al chaval de 16 le cuesta levantar y un gesto raro me “dice” que igual se ha “tocado” alguna costilla. Dos horas después sigue doliéndole. En el paso de Aldape, el viento nos da una tregua, pero el barrizal tampoco está de amigo. A las 12,20 h. les despido. ¡Urte berri on, Iñaki eta danori! Mañana me espera el Ganekogorta, que es como el de casa para los de Bilbao y alrededores.


 

lunes, 30 de diciembre de 2013

IZORIA, ALDEA RECONVERTIDA




Pueblo del Municipio de Ayala, reconvertido estas últimas décadas en lugar residencial o dormitorio de nuevos pequeños “ricos”, al menos en algunas de sus externas apariencias. A 254 m., con  4,45 km2 y 160 habitantes, se asienta junto al río del mismo nombre en el primer subvalle ayalés más cercano a la salida del sol. Con el Babio y el Asnos al lado, como montes menores. Con la Sierra Sálbada  asomando al sur y mostrando su espléndida “quilla” del Ungino (1071). Su documentación es tardía (s.XVI), aunque esté situada bajo la población fortificada de la Edad de Hierro del Babio, en cuya cima hoy comparte muga con Olabezar.
Aretxabala. Caserío restaurado

Aretxabala: Caserío sin restaurar
Me paro a la entrada, tras el crucero de Los Olmos, otra muga, esta vez de asfalto que ha dejado varios muertos en la carretera desde que se hiciera la Vitoria-Balmaseda, según algunos la más vieja de las carreteras modernas de la actual Euskadi. Aquí Izoria se toca, sin besarse, con Olabezar y Murga. Y cuando acabo de retratar al primer viejo pero acertadamente renovado caserío Arechabala, me aborda una mujer andante que baja del barrio de la iglesia tras su paseo matinal.  Pilar Obaldia, “de aquí desde hace más de mil años”, según me lo afirma orgullosa, 59 años, es un baúl de inquietudes y búsqueda de análisis. Coincidimos en mucho y hasta filosofamos largo rato,  pero me queda demasiado por descubrir en su pueblo en esta fría mañana de invierno.

 Erripa: Junto a los modernos chalés, y casi entre ellos. quedan caserios originales y restaurados
Los lingüistas no ven claro su significado en origen, pero es fácil relacionarlo con itzalde. Sus barrios habitados, de norte a sur, son Aretxabala, Erripa, Ulibarri, Ibarra, Aspuru y Larrabe. En Ripa o Erripa, está la iglesia de San Julián y el “casco urbano” actual del centro, invadido por las nuevas edificaciones, que muchos llaman chalés. Pero  aún algunos baserris mantienen casi todo su estilo y encanto del pasado. Hoy destaco sobremanera el de Basaldua. Unos 300 años y la fachada sin apenas reformar, pero con enorme vida que me llama desde lejos. Hasta Olentzero resquila por su viejo balcón de madera. José Mari Obaldia (59) me reconoce. Su padre Eugenio (86) conoció al mío y me empieza a contar “aventuras”. Hoy están afaenados en la matanza del cerdo. El matarife no para de cortar la carne y las mujeres trabajan mientras José Mari me atiende y está en todo. “Tienes que volver otro día”, veo que lo siente por no poder atenderme mejor.  “¡Qué va! Sólo esta pila de coches me estorban para una buena foto de la fachada”. Y me los quiere quitar, con el currelo que tiene… Me voy, prometiéndole volver. 


Caserío Basaldua: Están terminando con la matanza del cerdo ¡De esto ya queda poco!

Erripa: Es el barrio central, geográficamente, y principal, con la parroquia de San Julián en el centro....
Camino a pie río arriba por la carreterilla de Ibarra. Dos viejos caseríos casi juntos, hoy propiedad de Mercedes Menoyo (66) me maravillan varios minutos. Sus pinturas  en el de la derecha, aún utilizado como vivienda, y su estilo en el otro, ahora la cabaña del primero,  no pueden pasar desapercibidos para los que somos “forofos” de las antigüedades.  “Su origen puede datar de hacia 1700” me dice el hijo. Después me cruzo con Iñaki Gutierrez (16), el joven que dice conocer bien el pueblo por sus paseos a pie frecuentes por todos sus barrios. “Mi mayor enhorabuena por encontrarme con un chaval que recorre su pueblo a pie y además veo que disfrutas haciéndolo”.  Echando algunas cuentas, consensuamos que en el pueblo puede haber 40 chalés, 20 caseríos restaurados y otros 10 en su estado casi más original. No se me puede olvidar citar a Eloisa (86) “aunque todos me llaman Elisa… y me apellido Menoyo Echaurren”. Llega a su casa tan guapa y preparada como si llegara de la misa de los domingos grandes.

... y caserios, que con esta portada ya nos hablan de varios cientos de añosy que fueron "torres".
Sigo río arriba, veo vacuno de carne bien cebado, llego a la txabola, hoy solitaria,  que puede ser de mi viejo conocido Txemi. Y en el regreso, las 400 ovejas de Aitziber, de Maroño (28) Contundente, precisa y clara en sus afirmaciones. No he visto a una joven de aldea tan convencida de su trabajo y de su soltería. Pastora “y no lo cambio por nada”,  “soltera y tengo una hija”,  a ésta no la corta cualquiera… “señor, disculpe pero las ovejas me están esperando”  Joder, Per Bat, qué torpe eres. ¿No oyes a dos palmos de tu culo, detrás de esa barrera, que la están llamando?

Parte de las ovejas de Izaskun y el monte Babio

El río me parece su mayor belleza natural
Y estos vacunos también curiosean mi presencia
Y termino mi charla mañanera con otro indígena del lugar. Fermín Beraza (65) es todavía para toda Ayala “el cartero de Izoria”.  Treinta y cinco años me dice que estuvo en ello, que es de la quinta del 48 (y yo también) y recuerda que ya hemos hablado antes… “aunque ya hace años”.  Siento que me ha sido insuficiente esta mañana para un reportaje más merecido de Izoria, por donde ya pasé a pie por primera vez a mis siete años, y después muchas veces más, andando  y vehiculizado, con dos y cuatro ruedas.  
Fermin Beraza "El Cartero de Izoria" junto a su río, también el Izoria.


La hoy cabaña (arriba) y el caserío "de las pinturas", al lado de río, constituyen  una pareja privilegiada, quizás mucho más
por no haber sido restauradas, nos pueden llevar hasta  el año 1700.




miércoles, 18 de diciembre de 2013

SEIS EN UNA... Y DE BILBAO

¿Quién ha dicho que Bilbao sólo es un bocho? Desde luego que es El Bocho... pero también mucho más. Esta mañana he salido de Arrigorriaga (47 m.) sólo con el habitual  café con leche casero a dar un pequeño paseo al monte para quitar las telarañas del catarro-gripe, que ya me está fastidiando un poco durante más de dos semanas.

Como a los de Arri, cuando nos preguntan en Nueva Zelanda o Nepal de dónde somos... pues nos hacemos de Bilbao, hoy me toca poner este título, por si me leen mis amigos de aquellos buenos  pueblos. Y aquí, los paseos a veces los andamos de cinco horas, tocando seis cimas en una mañana.

Ganekondo (622) 11,03 h.
Biderdi (877) 11,40 h.
Ganekogorta (999) 12,10 h. Con el dálmata  Dalton, 8 meses, de Edorta, 29 años, mientras nos saca la foto.
Hoy en la cima del Ganeko, el viento frío rondaba rachas de unos 90/100 k/h y la sensación térmica los 0 grados. Estaba difícil para posar en la foto. Pocas veces me he quedado tan breves minutos. En las cinco horas  me he encontrado con menos de una docena de mendizales. 

Desde la muga de Municipios del Pagero (963) a las 12,51, Bilbao y El Abra
El menos conocido Lapurzulogana (677) le gana por poco en altura al Pagasarri. 13,43 h. 
Desde el Pagasarri (673) 13,55 h., parte de la Sierra de Ganekogorta, con su cima máxima al fondo
En el regreso he reconocido a un antiguo compañero bancario de los años noventa, de los de mando. "Con 63 años, se está más a gusto aquí en la paz de la montaña sin dinero que en aquella guerra diaria in misericorde entre los dineros". "Eso es sabirulentzia, Txo" - le respondo. Pero aún la mayoría no se ha enterado... ellos se lo pierden!

Bueno, pues quedamos en que Bilbao es bastante más que "El Bocho".  Un dato. Sólamente esta Sierra de Ganekogorta tiene catalogadas más de cuarenta cimas. Pinchar Mendikat. Lo que no puedo asegurar es si para esta noche se me habrá quitado el "queje queje" del catarro.

lunes, 9 de diciembre de 2013

ERBI, SALVADO DE LAS AGUAS

"Uno de los pueblos de Ayala más tempranamente documentados, en el siglo IX y bajo la forma  Ervico.  A pesar de su larga historia, nunca dejó de ser un pueblo humilde. Para el origen de su nombre, se han barajado diversas opciones a partir de herri (pueblo), erbi (liebre)..." Es como lo sintetiza Félix Muguruza en el amplio y exhaustivo Plano de Ayala, trabajada obra suya de febrero 2012.
Así lo retrató Muguruza y lo puso en la Guía. Es su Iglesia de San Juan
"...más listo que el obispo de Erbi", era la frase "acuñada" en la Ayala de mis antepasados en la zona para definir a los "listillos"

Mojón junto a la carretera de Pozoportillo a Lujo, que separa los terrenos de los pueblos-concejos de Ozeka, Lujo y Erbi.Al fondo Menoio, al oeste del monte Asnos o Unguila.
Es un pueblo cuya columna vertebral es el Ibaizabal, el río que recorre el subvalle ayalés más al oeste. A 299 metros de altura, con 4,67 kms2 de suelo y 8 habitantes residentes (mayores de 18 años) en el más reciente censo, el de las elecciones a concejos alaveses del pasado sábado 30 de noviembre. Sus casas habitadas actuales apenas se separan del citado río, así como su sinuosa carretera, que le comunica con Retes de Llanteno, Llanteno y la carretera "general" Amurrio-Artziniega por abajo, su principal cordón umbilical con el resto del mundo. Aunque  son parecidas las curvas hacia el sur, donde el asfalto sube a Lejarzo, Añes y Puerto de Angulo. Por ellas, en mi juventud de los años 70 se hacían rallies de competición nacional de España, con nombres y patrocinadores como Firestone y Bosch.  
Hoy, a mediodía solar, el sol entra del todo al Ibaizabal en La Serna.
¿Salvado de las aguas? Hacia 1970, un plan hidrográfico nacional de España, que en nuestro norte dirigían y lo siguen haciendo en Oviedo, pusieron una chincheta en Erbi, para hacer un pantano con las pocas aguas del Ibaizabal. Decían que era para abastecer complementariamente a Bilbao, al menos mientras duraran las obras de reparación de la tubería de Ordunte, una auténtica ruina de pinchazos y escapes. Ese "proyecto" ni siquiera ha dado mucha "guerra", porque como en tantas "grandes obras" hay intereses contrapuestos, pero a su vez muy poca población cercana afectada. Hoy, para los que ya no somos de despachos, parece haber quedado en el olvido. ¿Pero está desechado o hibernando? naturayala carpetazo-definitivo-al-embalse-de-erbi da las noticias y las fotos (incluso virtuales) de lo que pudo ser y ya no será.

Mañana de escarcha blanca y bajo cero. Abajo el barrio San Juan, el de la iglesia y la casa del concejo; al fondo, el Puerto de Angulo, que separa las Sierras de Sálbada o Gorobel  y La Magdalena.

Albiturria, Erbiturria, Gotaran, Ibarra, La Llana, La Rueda, Lujatea, San Juan, Solallana, Uría, son los barrios habitados que recuerda (y me cuenta 14 casas habitadas) al menos de oídas, Fernando Campo, uno de los ganaderos que queda, pero que ya hace muchos, demasiados años que no duerme en la casa matriz de los Campo, en Erbiturria, porque en Llodio y Añes tiene otras obligaciones superiores. Todos los barrios están en la margen oriental del Ibaizabal. Dos puentes "romanos", para sólo paso de personas y animales, les unen con las laderas occidentales, y antaño con la Torre Oribe, ya en terreno de Sojo.

Erbiturria: la "torre" de los Campo, majestuosa pero ya deshabitada...
...y la casa vieja, hoy pajar y cuadra, donde han dormido cinco terneros, y a la que esta gélida mañana  ya han acudido Soledad y Fernando a atenderles.
Erbiturria: el viejo horno, que alimentó de pan a varias generaciones de los Campo, también quedó "en paro" desde 1960
A la emigración rural de los años 1960, a esta aldea se le sumó después la amenaza del pantano, como la crónica negra de una muerte anunciada, que aunque no llegó, sí desanimó y no propició mejoras. A Jesús Menoyo, pastor, albañil y ganadero, hoy 73 años, yo le considero como "el último mohicano". Aunque nacido y de ascendientes del vecino Lujo, desposó con una erbitarra de La Llana. Aquí lleva ya 50 años conviviendo con el ganado vacuno que adora. Le pillo con su larga veintena de vacas y me invita e insiste a un café con leche y galletas en su cálida y efectiva cocina, en la que además caliento las pilas para la retratadora, que con la helada y el frío se me niega mucho a sacar fotos. A este hombre, con el que sólo he parado a hablar tres o cuatro veces en los últimos veinte años, nunca le he visto sin sonrisa y buen humor. Y eso que han sido demasiadas las espinas que le han puesto en el camino de la vida, según me consta y de las que algo me cuenta, pero ya sin el más mínimo rencor.

En La Llana, la cocina y las casas bien arregladas de Jesús Menoyo, el infatigable  trabajador y enamorado de los animales y el lugar, por el que lo apostó todo, teniendo oficio y posibilidades para marchar
Yo, a los seis o siete años, ya bajaba con mi padre o mi hermano mayor, con la burra y un saco de trigo a molerlo al molino de La Llana, del que los de La Venta Pozoportillo éramos usufructuarios o "socios". Claro, que más que ayudar, lo que hacía era ir a jugar con otros dos niños, los hijos de Pedro Campo "el de La Llana", río arriba o río abajo, y hacerme el sordo o el perdido cuando me llamaban para regresar.
Hubo varios molinos en el Ibaizabal. Río arriba, el más cercano era el de Añes, que ha sido recuperado. Río abajo, en Arbileta, cerca del segundo puente "romano" de Erbi. Y del de La Llana, ya casi tapado por la maleza, así se puede ver desde la campa del lado oeste. 
San Juan, en un altozano a trecientos  metros del río, es el barrio donde está la iglesia, la casa de concejo y una casa que fue importante y hasta tuvo taberna. Hace unos pocos años, una nieta de Antonino Mendivil, Arantza, ha vuelto con el moreno dominicano Miguel de compañero, a rehabiliarla e intentar asentarse en ella. La del concejo, también tiene su mérito. Porque de una cabaña de poca monta que había detrás de la iglesia, los cazadores de Ayala consensuaron con los pocos indígenas del lugar para arreglarla y disfrutarla durante algún tiempo en armonía como refugio de los escopeteros y del concejo, esa peculiaridad alavesa que se mantiene desde hace cientos de años. No han tenido la misma suerte la escuela ni las casas del cercano barrio de Uría, ya desaparecidas o en murecas.
La "nueva" casa del Concejo, casi escondida detrás de la enorme iglesia de San Juan
Las casa de Mendivil, antigua "tasca" de reuniones de los hombres en ella, desde la plazoleta helada de la iglesia
Pero los dos "sarampiones" que esta aldea milenaria ha pasado en el siglo XX (la emigración rural y la amenaza del pantano), no han conseguido hacerla desaparecer, como desgraciadamente ha ocurrido a  miles de ellas en el Estado Español. (Ver pueblos abandonados) Hoy he contado cuatro casas nuevas, hechas durante estas cinco últimas décadas. Matrimonio de jóvenes trabajadores con niña, tatuador, pareja de sudamericano y camarera ayalesa, exconstructor y escritora-actora-pintora... se han instalado con ganas de quedarse. Parece que la continuidad está asegurada, cuando ya los dos últimos alcaldes están siendo dos jóvenes cuarentañeros que, hartos de la ciudad o el pueblo grande, han encontrado este paraíso perdido.

Es una pena que esta casa nueva de La Llana se hiciera hace ya algunas décadas y no se haya habitado nunca, aunque curiosamente hoy parece haber sido visitada por sus propietarios 
En Linares, el barrio más  arriba junto a la carretera, antaño deshabitado, los Villaluenga de Lejarzo hicieron dos casas modernas, que siguen cuidadas y atendidas
Y mi excompañero bancario Angel Oseguera, hizo hacia 1970 ésta junto al río para disfrutarla durante casi 40 años con su familia, amigos y la pesca de las truchas en el Ibaizabal. Pero la edad y los sustos en la vida, no perdonan, por lo que, al no encontrar continuidad en los suyos, la ha vendido hace unos seis años a un tatuador, que hoy ya es el recién estrenado alcalde del concejo.
¿Y los puentes medievales? Pues hay dos. El de La Llana, acertadamente arreglado hace algunos años, y el de Arbileta, más deteriorado por el casi nulo uso. Por éste se subía a la Torre Oribe (Sojo), casona muy importante en siglos pasados, pero que hacia 1950 abandonaron sus últimos moradores.

Puente medieval de La Llana, sin duda el "monumento" actual de Erbi. Por él se accedía al molino, al que yo con seis años fui alguna vez a "acompañar" a moler a mi padre y a mi hermano Ignacio.

En La Serna no había casa, pero junto a una curva del río sí una gran campa  que pateaban los seteros y recogían cosecha. Y uno de ellos, Alberto, la compró y construyó su  "cabaña" en 2005. Y la hizo él y su esposa, porque eran constructor y  artesana. Los encuentro trabajando, como casi siempre deben de estar. "Pero disfrutando también", según me aseguran los dos y además su cara y sonsrisa también lo dicen.  Tienen cinco burros, un caballo, cinco cabritos, cuatro gallinas,  veintiún gatos y un perro...  aquello parece el "arca de Noé". "Hemos criado a biberón a dos burros, dos cabritos, dos gatos...", Bego lo vive. Algunos lo llaman "El Rancho".
 
Y como va de animales... me han dicho que hay en Erbi unas 105 cabezas de vacuno de carne, predominando la raza limusina... y unos 20 perros. ¡Yo me he acercado a todas las casas, he sacado fotos, he saltado vallas y he entrado en terrerno cerrado privado... sin un palo ni el más mínimo miedo!


La Cabaña, El Rancho, El Arca de Noé (valen las tres)... desde la curva del río.¡Vaya rincón!
"En mi reencarnación quiero nacer burro y vivir como estos en La Serna de Erbi"
No tengo tiempo para visitar Lujatea, el barrio más lejano y aún desconocido para mí. La mañana se me termina y tengo que regresar rápido y a pie a Pozoportillo, a donde llego con una buena sudada a las 3 de la tarde, sólo unos minutos antes que los invitados, que son los de casa. La "ventera" nos ha puesto alubias ricas.




No es Suiza ni el Cervino, es Erbi (280) y el Unguino (1105). Foto de Bego  Ibañez el 10.01.2010






miércoles, 13 de noviembre de 2013

ETXEGOIEN, ENTRE BABIO Y BURUBIO

Si atrasamos el reloj unos  200 años, estamos en una aldea próspera de la GR 284 (Camino Real de la Sopeña), en la ruta obligada entre la Ciudad de Orduña y la Villa de Arceniega, entre los montes Babio y Santa Cruz de Burubio de la segunda línea de montes "menores" al norte de la gran muga natural que separa la meseta castellana de la depresión Cantábrica de Hegoalde/Euskalherria, la conocida como Sierra Salbada, Garobel o de Orduña.  Su suelo es de 1,67 Km2, su altura oficial de 300 metros y existe amplia documentación escrita sobre ella desde el siglo XVI.

La última "casa" de Amurrio nos muestra la cabaña que hacia 1965 se construyó Juan Llano, poco antes de abandonar el caserío alquilado de debajo del Burubio, en el que siempre había vivido con su mujer María y sus tres hijas

A los caseríos los mantiene el humo y la vida de los humanos y sus ganados. Con la marcha de Juan y María, pronto vi cómo cedió su tejado. Hoy mi retrato lo plasma así desde la Casa del Concejo
Los relojes sí, pero el tiempo no se puede atrasar ni detener...tempus fugit! Las correrías de Elias de Aldama, ese mitad imaginario y mitad real, El Ayalés, que el Maestro Urrutia ha puesto con vida en las librerías, salió de Lezama hasta Etxegoien hacia 1800 a visitar a parientes ricos. Porque seguro que entonces esta aldea era más pequeña pero en su dimensión más rica que Amurrio, con apellidos de ilustres linajes como los Aldama o Etxeguren.

Casas de viejos linajes, hornos, cabañas y la fuente forman el "casco urbano" en la parte más baja de la uve que hacen el Babio y el Burubio...
... y el chalé que casi se mete en el centro del pueblo viejo.
En 1862 el ferrocarril Castejón-Abando (Bilbao) primero, y a principios del siglo XX la carretera Vitoria- Balmaseda después, cambiaron las rutas y los centros de actuación, poniendo a Amurrio en el principio de una villa que prosperaría pronto. Para Etxegoien por contra, fue el principio de un largo abandono. No se terminó  en 1955 una carretera que los vizcainos iniciaron en Mendeica para unirse con Amurrio, que hubiera dado otro futuro a esta pequeña aldea ayalesa. Y el asfaltado hasta la fuente, así como el nuevo "Paseo de Babio" (la antigua GR) con salida a La Cadena (Olavezar) y Respaldiza tardaron más décadas en llegar. 

En el Paseo de Babio hay dos chalés habitados.
Reconozco en este buzón al artista de la forja Manolo García, uno de los primeros "invasores" que subió hace cuarenta años de Amurrio a vivir a la sombra del Babio.
Y cuando llueve, así ve desde su casa al Santa Cruz de Burubio (536), el monte "hermano menor" del Babio (582)
Yo veo luces y sombras en Etxegoien. Bien situado, por la cercanía con Amurrio y la gran belleza de su entorno y con unas vistas extraordinarias. Muy tranquilo para vivir, rural y muy cercano a la urbe. Buenos prados para una cabaña ganadera reducida. Pero este mismo  Amurrio que le da vida,  quizás se la quita. Y su dependencia del Ayuntamiento de Ayala, del que parece estar en "ultramar"... pues igual es la mejor forma de que nunca se convierta en el suburbio del pueblo grande. 

Bonitos robles, aunque enmarados por la maleza, en el sombrío camino a la ermita.
La ermita de San Miguel, "parroquia" del pueblo, que sólo se abre una vez al año.
Y el monaguillo de 1958, vuelve de nuevo este mediodía otoñal y de lluvia, pero esta vez de reportero para sus "crónicas" en Anetismo.

Yo de chavalín (1956 a 1958) subía andando desde Amurrio con el cura don Isidoro, de monaguillo a la misa en la ermita de San Miguel, el  8 de mayo. Después se bendecían los campos ... y recuerdo que algún año nos mojamos bien mojados. Pero no del vinillo y las pastas, que yo ni las recuerdo, sino de la más fría, la de la lluvia que nos llegaba de detrás del Babio.

Vista del Centro desde la campa de la ermita...
... y desde la fuente.
La "calle mayor" (la de abajo)
Hoy también llueve. Recorro la aldea bajo el paraguas. Las casas no humean. Busco inutilmente vida y pequeña charla. Parece que hay unas seis casas habitadas, dos antiguas y el resto tipo "chalets".  Quizás puedan contarse hasta  veinte edificios, aunque varios juegan a distintas apariencias. ¿Viviendas en espera de habitarse de nuevo, granja-vivienda, merendero-vivienda...?  En casi lo más alto, ya en la falda del Burubio, hay un edificio de hace unos 15 años, es la casa nueva del concejo. La iglesia, ermita de San Miguel, no la podían haber hecho más lejos. Está subiendo por un camino secundario, yo diría que nunca ha sido camino a Mendeica, a la ladera más inclinada del citado monte Santa Cruz.
Si yo tuviera que romper una lanza en favor de un grupo, ajeno y sin intereses específicos en esta aldea, por su labor de divulgación y revivirla durante estos últimos cincuenta años, ese se llama Mendiko Lagunak  Taldea, de Amurrio. Pongo esta foto  como muestra de mi personal agradecimiento por llevar celebrando en esta ermita cinco décadas de una de sus más simpáticas  y populares fiestas anuales montañeras. (Foto Montañero de Babio)

Pero a la entrada del "casco urbano" (sólo dos casas viejas  con alguna cabaña, dos hornos de pan, la fuente -si así se puede llamar a aquel humedal junto al río y con un pequeño y bajo tubo de acero cerca de suelo y con un hilo de agua- y un chalé al fondo que parece equivocado de lugar),  hay una cartelera con cartas y avisos recientes. En carta del Alcalde del Ayuntamiento de Ayala se informa de las próximas elecciones a los Concejos en diciembre y se anota la lista de las veinte personas censadas y mayores de 18 años con derecho a voto, residentes aquí a fecha del pasado 9 de septiembre. Hay paridad de sexos y dominan los apellidos vascos.

Y un dato curioso. Con todo lo identificado que parece estar el monte Babio con Etxegoien, así como este "Montañero de Babio" de la foto, la cima está en suelo del pueblo vecino de Izoria.  (Foto Per Bat 19.07.13)
Al bajar, me encuentro con el hombre pausado que, macuto de tela cargado al hombro, sube de hacer la compra en Amurrio. Nos reconocemos ambos, tras varios años sin encontrarnos.  Pedro Menoyo lleva 77 años bajando a pie a Amurrio y subiendo con la pequeña carga de comida y bebida. Repasamos bajo los paraguas un rato nuestras "historias" y él continúa su ruta a casa -en la que me confirma que nació y de la que sólo salió de chaval con su padre y los bueyes a las ferias de Respaldiza y a los 21 años a la mili- con el mismo lento caminar  que tantas veces le vi pasar en mi niñez, adolescencia y juventud por mi Aresketa del alma.