Este nuevo récord mundial que acaban de conseguir Alex Txikon y José Manuel Fernández hace
escasas horas tiene para mí una alegría especial. A su debido tiempo la
vais a entender mis seguidores. Y al menos hay otro de mi entorno que
se ha alegrado tanto o más que yo.
Me
permito copiar aquí integro el contenido del blog de Alex para poner si
cabe una pequeña dósis más, para que esta hazaña vasca sea de
inmediato conocida y reconocida mundialmente.
La expedición de Alex Txikon culmina la primera invernal de la historia al Laila Peak
El alpinista vizcaíno Alex Txikon y su compañero de cordada,
José Manuel Fernández, han marcado esta tarde un hito al firmar la
primera ascensión invernal de la historia al Laila Peak (6.096 metros),
la considerada “montaña más bella del mundo”, una de las ‘piezas’ más
codiciadas del Karakorum. Solo en dos ocasiones había sido hollada su
cima, pero nunca antes en invierno. Lo han logrado hoy, cuando eran ya
las 4 de la tarde en el Karakorum (las doce del mediodía en Euskadi),
Txikon y Fernández tras una jornada salvaje, extrema, durísima,
interminable, bajo unas condiciones climatológicas muy adversas. “Hemos
logrado llegar de vuelta al Campo II a las 8 y media de la noche, ya
sin apenas luz desde las cinco y media o las seis menos cuarto. Ha sido
un día muy, muy, muy duro. Estamos agotados. José tiene tres dedos
‘tocados’, y yo no puedo casi ni moverme. Ha sido muy, muy duro, pero
estamos muy satisfechos y orgullosos del trabajo que hemos completado,
con la sensación de haber llegado a una de las cumbres más bellas y
exigentes de nuestras vidas“, relataba hace una hora el himalayista vizcaíno.
Tras tener que abortar su primer intento de cumbre el pasado 11 de
febrero, a apenas cien metros de la cima; Txikon y Fernández salieron
ayer a las 6 y media de la mañana del Campo II (5.600 metros) decididos a
firmar la primera invernal al Laila Peak. Por desgracia, no pudieron
acompañarles esta vez ni Ramón Portilla, que el viernes se tuvo que
quedar en el Campo Base con síntomas de congelación, ni Juanjo San
Sebastián, que ayer, domingo, decidió retornar también al Campo Base al
agravársele las dolencias en una rodilla producidas al golpearse la
articulación durante el primer asalto a la cima.
El día se les ha hecho eterno hoy a Alex y a José. Con muchísimo viento (hasta 60 kilómetros por hora) y un frío extremo (“habrán tenido 35 grados bajo cero, pero con ese viento la sensación térmica habrá sido muy, muy inferior“, explicaba San Sebastián desde el Campo Base), no pudieron llegar hasta la cima hasta bien entrada la tarde. “Hemos
llegado a las cuatro de la tarde. Ha sido durísimo. Hacía mucho viento,
en muchas zonas había muchísima nieve, y había tramos muy difíciles
desde el punto de vista técnico. Hemos tenido que hacer doce largos, la
mayoría de 80 metros. El tramo final ha sido infernal.Los dos últimos
largos, ya arriba, los hemos hecho con nieve por encima del pecho. Hemos
llegado hasta donde se podía avanzar. El GPS nos indicaba una altitud
de 6.100 metros. A lo mejor, como mucho, nos habremos podido quedar a
unos diez metros de lo que es el pico de la cumbre propiamente dicho,
pero había tanta nieve en polvo que no se podía seguir, y de haberlo
hecho seguramente se habría quebrado y nos habríamos caído al vacío por
la otra vertiente“, nos relataba Alex, exhausto, desde el Campo II cuando eran las 19:00 horas en Euskadi, las 23:00 horas en Pakistán.
“Han hecho cumbre, sin ningún género de duda”, avala Sebastián Álvaro tras recopilar toda la información precisa. “La
cima del Laila Peak es una aguja de roca. Han llegado hasta unos diez
metros de lo que es el pico cimero, pero no lo han pisado por seguridad.
Si hubiesen seguido, ten por seguro que aquello se habría roto y ahora
estaríamos hablando de otras cosas. Su ataque ha sido algo heroico. Las
condiciones han sido extremas, han asumido un riesgo enorme para superar
dificultades técnicas extraordinarias en condiciones infernales…Han
rematado con éxito una expedición ejemplar, honesta, comprometida,
respetuosa, armoniosa… Esta invernal al Laila Peak vale mucho más que
muchos de los ‘ochomiles’ de los últimos tiempos. La recordaremos
durante mucho tiempo“, asegura Álvaro.
Alex en Laila Peak (17.02.13). En este txapeldun de 31 años hay mucho más que un enorme himalayista. |
El descenso de Alex y José desde la cima hasta el Campo II no ha sido
más sencillo que la ascensión final. Prueba de ello es que les ha
llevado cuatro horas de duro trabajo. “Había tramos muy, muy
comprometidos. Se nos ha echado la noche encima, el frío y el viento
eran increíbles… Lo hemos pasado muy mal“, relata Txikon desde el
refugio de la tienda de campaña del Campo II. Allí, Alex y José han
podido alimentarse e hidratarse, y confiaban en poder descansar para
emprender mañana, a primera hora, el camino de regreso hacia el Campo
Base, donde les aguardan Juanjo San Sebastián y Ramón Portilla.
Zorionak, txapeldunes!
ResponderEliminarY la camiseta de Aresketa Ikastola ha estado allí arriba "tocando la gloria" para proclamar que en Araba se habla euskara!