sábado, 28 de septiembre de 2013

CAMPANILLES (572) Sierra de Irta

Hoy hace un año que intenté hollar el  Vignemale (3298) y la quinta nevada seguida del recién estrenado otoño nos aconsejó el abandono por prudencia. Los cuatro días anteriores, a pesar de las nieves primerizas, pude alcanzar con mi hijo Zigor otras tantas cumbres pirenaicas  cercanas a los tresmiles.

La cascada de Gavarnié, debajo del Vigemalle. 28.09.2012
Este sábado, en Peñiscola los mercurios marcarán casi los 30º. Salgo, como todo los días al paseo a las 8,30 h. Pero esta mañana lo hago sólo y con la vieja bicicleta Peugeot de hacia 1965, ya más una antigüedad de museo que una máquina para subir a la montaña. Ni agua, ni mochila, ni reloj, ni móvil. Sólo un bañador de media pata, que no aguantó la bajada en canoa del Pisuerga hace unos cinco años, y un maillot blanco de la media maratón de Aguilar de 1996.

Conozco este pozo escondido en Mas del Senyor, pero hoy lo dejo en el epicentro de mi salida circular
La montaña me llama y el día nublado me empuja a la Sierra de Irta. Ato la bici a la verja de la última masía subiendo a la ermita de San Antonio. Diviso gente que me precede a pie 400 metros más arriba. Me harán de liebres. Quiero alcanzarles. No siguen a la ermita. Se van para la Majada de la Rabossa. Vale. Qué más me da. Alcanzo a la rezagada. Dice que le duele la rodilla. Veinte añitos. Delante su padre, Fernando, con otros 14 jóvenes atletas del Club Natación Vinaros. Hoy les toca zurrarse en la montaña de Irta. Les pillo y les despido. Ellos para Vistahermosa, yo para  Campanilles, el techo de la sierra que aún tengo por hollar. Ni siquiera llevo mi inseparable Olympys.
Hoy no puedo sacar fotos.

La señalización es muy buena en toda la Sierra de Irta. Es difícil perderse, pero no se debe salir de las sendas, porque el suelo es muy tortuoso y rompetobillos
En el Collado de la Rabosa descansan seis ciclistas con sus modernas BTTs. Son jóvenes y de Benicarló. Programan pedalear 45 kms. por la sierra y algo de asfalto. Qué alegría haberme encontrado con 22 indígenas y jóvenes deporteando por Irta, caso inaudito en mis ya muchísimas escapadas a esta sierra cercana a Peñiscola y que con 15 kms. de fachada litoral pertenece al municipo citado y a los de Santa Magdalena de Pulpis y Alcalá de Chivert. Con la torre de Badum en el primero y los castillos de Pulpis y Chivert en los otros se consolida la importancia de su pasado.

Ya no veré a nadie más. En otra  ocasión he llegado hasta alcanzar con la vista el Castillo de Chivert, pero el  mediodía me  recomendó el regreso por el mismo camino. Hoy, nublado y sin reloj, sigo. Es pequeña la bruma marina y me permite ver los tres techos de las Columbretes, a unos 40 kilómetros mar adentro más los cinco que me separan de la costa.  Sólo dos víboras de un metro y un sapo verde se cruzan un mi sendero. Reciproca y deportivamente nos respetamos en nuestro paseo.

Las tres cimas cercanas al Campanilles me hacen dudar. Es un cuchillo de tres, un barranco bravo y la buena, con la placa en madera que lo confirma, tres hitos de piedras y el vértice geodésico en el centro. Claro que la  vistas son amplias, aún  con cielo nublado. Sólo montañas y mar. Porque a Alcalá y a Santa Magdalena los tapa el bosque. ¡Qué pequeño y lejos se ve el castillo de Chivert!


Sierra de Irta. Al fondo, el más alto el Camanilles (572)


El castillo de Pulpis y abajo Santa Magdalena de Pulpis

Me gustan las "aventuras" circulares, o sea no volver por lo andado, sino descubrir nuevos lugares. Un cartel anuncia "Barranco de Parra" y me tiro cuesta abajo por él. Son unos 5,5 kms. hasta el litoral. Muy pendiente. Es el fondo en uve de algún glaciar de hace muchos millones de años. La pìntura blanquiamarilla de las PRs me marca la ruta. Y cuando se dificulta, me manda salir. Pero no hago caso. Durante un eterno kilómetro sigo bajando, saltando peldaños ciclópeos, enmarañado entre zarzas que me sangran brazos y piernas. Parece que voy al centro de la tierra. Ya no puedo salir ni retroceder. No sé si es otro humano imprudente o los jabalíes los que han abierto un poco de brecha.


Antiguo eremitorio en la Ermita de San Antonio (s.XII?)

Vuelve la pintura blanquiamarilla y el camino. ¿Estoy salvado? Sólo a medias. Con el calor y la sed cada kilómetro se multiplica. Al hambre y al cansancio ya los tengo acostumbrados. Cuando llego a la Fuente de la Parra, intuyo que el agua ya desapareció de allí  tras las últimas nevadas, o sea... en la prehistoria. El resto de letreros tampoco  son muy animosos. Calculo los sumandos... y estoy a unos 18 kms. de casa cuando me acerco al mar. Deben ser las 3 de la tarde.  Nunca he bebido el agua salada por necesidad. Me voy mentalizando.

Torre de Badum

Como es sábado, algún bañista nudista andará por allí.  Anda... y me da de beber. Como es sábado, algún indígena irá a comer a las "casetas" de monte. Va Javier... y me da de beber. No hay cobertura telefónica, que la nudista me ha ofrecido.  Lo siento más por mi compañera... que le he dicho que para las tres seguro que llego... "como siempre".

A las 19 h. aún me quedan fuerzas para buscar la Olympus y retratarme frente a mi garage mediterráneo. Este ha sido mi "equipaje" en el entrenamiento de hoy.

Aún tengo que subir a por la bici hasta medio camino  a la ermita de San Antonio. Son las siete de la tarde cuando llego a casa. Pronto se encienden las luces. Diez horas, unos 45 kms. Y como casi siempre vuelvo entero. Sólo he dejado algunas grasas y cogido un poco más de experiencia. ¡Ha sido un pequeño entrenamiento!

Advertencia y conclusión

No se debe minusvalorar  a la montaña por pequeña que sea y expertos que nos creamos. Hay que ir siempre bien preparados, mental, física y equipadamente. Hay que respetarla para que ella también nos respete. Mi "escapada" de hoy es un ejemplo de lo que no se debe hacer. Pido disculpas a la montaña y a los montañeros.




  



lunes, 23 de septiembre de 2013

PEÑISCOLA, TIERRA DE MOROS



De moros y cristianos. Y también de "Moros y Cristianos", per'a que no s'ofenguen. Y este mendizale de otros mundos también sabe bajar de la montaña. Y no niega ni reniega de tener una de sus segundas residencias en esta tierra. Y sí asegura que ya está un poco cansado de defenderse de estos indígenas y residentes, donde se ha topado con el mayor número de malhechores y chorizos por metro cuadrado de todas sus vastas andanzas. Así lo ha visto y sufrido. Así lo dice aquí y... donde haga falta.


¿Qué llevan todos en la mano derecha? ¡Esa no era la lanza de 1233!
Estoy esperando a Matilde, una "jefa mora" que trabaja y desfiló ayer en "Moros y Cristianos". Ella me va  dar más datos para este párrafo... Pudieron ser unos 20 grupos de "disfrazados" con otras tantas bandas de música  de parte de la provincia. Si multiplicamos a los primeros por 20 y a las segundas por 30, las matemáticas me dan  1.000 actores. Los espectadores del primer día (sábado 21) pudimos ser 8.000. Y los del segundo (domingo 22), 4.000. Pocos aguantamos hasta el canto del himno de la Comunidad, como final de las larguísimas fiestas, en la Plaza de la Constitución. No discuto por las cifras, tan frívolas y discutibles como la razón en sí del "espectáculo".   Los contribuyentes vemos lo que hay, lo que nos echan, no lo que covendría que nos enseñaran. ¡Así estáis, Pais Valenciano!

Los moros dejaron las montañas convertidas en tierras de cultivo y hasta con el agua muy arriba donde nunca llovía. Los cristianos las abandonaron... por el turismo... y por no querer trabajar. Con el "maná" del turismo no se puede vivir eternamente. Y de la caridad de otros países  tampoco.

No sé si es algo verdad que se quiere representar la toma de la fortaleza que en septiembre de 1233 hizo Jaime I sin lucha... aunque supongo que sí con armas, claro.  Mi mente ve más los 800 años de estancia de los moros por estas tierras, los inmensos posos que han dejado, muy buenos por cierto en muchas materias.   Y los 500 de los "cristianos", que lo llaman reconquista, o sea que ya admiten que antes lo habían conquistado... y es muy de suponer que con armas y violencia. "El que a hierro mata, a hierro muere".

Peñíscola, Valencia, este Mediterráneo de la Iberia... es tierra de moros. Porque el bosque se ve muchas veces mejor desde fuera que desde dentro. Y este montañero, lo ve desde fuera y lo disfruta y sufre dentro.

Y del pomposo desfile  de la Edición casi 30 de "Moros y Cristianos" de ayer y anteayer... decir que "demasiada cáscara para tan poco fruto", o más claro... demasiado derroche para un país en la ruina. Otra deuda más, me dicen que ahora de sólo 110.000 euros, tienen los organizadores de este desfile.  ¡Otra vez más  se la tendremos que pagar desde otros paises!