miércoles, 13 de noviembre de 2013

ETXEGOIEN, ENTRE BABIO Y BURUBIO

Si atrasamos el reloj unos  200 años, estamos en una aldea próspera de la GR 284 (Camino Real de la Sopeña), en la ruta obligada entre la Ciudad de Orduña y la Villa de Arceniega, entre los montes Babio y Santa Cruz de Burubio de la segunda línea de montes "menores" al norte de la gran muga natural que separa la meseta castellana de la depresión Cantábrica de Hegoalde/Euskalherria, la conocida como Sierra Salbada, Garobel o de Orduña.  Su suelo es de 1,67 Km2, su altura oficial de 300 metros y existe amplia documentación escrita sobre ella desde el siglo XVI.

La última "casa" de Amurrio nos muestra la cabaña que hacia 1965 se construyó Juan Llano, poco antes de abandonar el caserío alquilado de debajo del Burubio, en el que siempre había vivido con su mujer María y sus tres hijas

A los caseríos los mantiene el humo y la vida de los humanos y sus ganados. Con la marcha de Juan y María, pronto vi cómo cedió su tejado. Hoy mi retrato lo plasma así desde la Casa del Concejo
Los relojes sí, pero el tiempo no se puede atrasar ni detener...tempus fugit! Las correrías de Elias de Aldama, ese mitad imaginario y mitad real, El Ayalés, que el Maestro Urrutia ha puesto con vida en las librerías, salió de Lezama hasta Etxegoien hacia 1800 a visitar a parientes ricos. Porque seguro que entonces esta aldea era más pequeña pero en su dimensión más rica que Amurrio, con apellidos de ilustres linajes como los Aldama o Etxeguren.

Casas de viejos linajes, hornos, cabañas y la fuente forman el "casco urbano" en la parte más baja de la uve que hacen el Babio y el Burubio...
... y el chalé que casi se mete en el centro del pueblo viejo.
En 1862 el ferrocarril Castejón-Abando (Bilbao) primero, y a principios del siglo XX la carretera Vitoria- Balmaseda después, cambiaron las rutas y los centros de actuación, poniendo a Amurrio en el principio de una villa que prosperaría pronto. Para Etxegoien por contra, fue el principio de un largo abandono. No se terminó  en 1955 una carretera que los vizcainos iniciaron en Mendeica para unirse con Amurrio, que hubiera dado otro futuro a esta pequeña aldea ayalesa. Y el asfaltado hasta la fuente, así como el nuevo "Paseo de Babio" (la antigua GR) con salida a La Cadena (Olavezar) y Respaldiza tardaron más décadas en llegar. 

En el Paseo de Babio hay dos chalés habitados.
Reconozco en este buzón al artista de la forja Manolo García, uno de los primeros "invasores" que subió hace cuarenta años de Amurrio a vivir a la sombra del Babio.
Y cuando llueve, así ve desde su casa al Santa Cruz de Burubio (536), el monte "hermano menor" del Babio (582)
Yo veo luces y sombras en Etxegoien. Bien situado, por la cercanía con Amurrio y la gran belleza de su entorno y con unas vistas extraordinarias. Muy tranquilo para vivir, rural y muy cercano a la urbe. Buenos prados para una cabaña ganadera reducida. Pero este mismo  Amurrio que le da vida,  quizás se la quita. Y su dependencia del Ayuntamiento de Ayala, del que parece estar en "ultramar"... pues igual es la mejor forma de que nunca se convierta en el suburbio del pueblo grande. 

Bonitos robles, aunque enmarados por la maleza, en el sombrío camino a la ermita.
La ermita de San Miguel, "parroquia" del pueblo, que sólo se abre una vez al año.
Y el monaguillo de 1958, vuelve de nuevo este mediodía otoñal y de lluvia, pero esta vez de reportero para sus "crónicas" en Anetismo.

Yo de chavalín (1956 a 1958) subía andando desde Amurrio con el cura don Isidoro, de monaguillo a la misa en la ermita de San Miguel, el  8 de mayo. Después se bendecían los campos ... y recuerdo que algún año nos mojamos bien mojados. Pero no del vinillo y las pastas, que yo ni las recuerdo, sino de la más fría, la de la lluvia que nos llegaba de detrás del Babio.

Vista del Centro desde la campa de la ermita...
... y desde la fuente.
La "calle mayor" (la de abajo)
Hoy también llueve. Recorro la aldea bajo el paraguas. Las casas no humean. Busco inutilmente vida y pequeña charla. Parece que hay unas seis casas habitadas, dos antiguas y el resto tipo "chalets".  Quizás puedan contarse hasta  veinte edificios, aunque varios juegan a distintas apariencias. ¿Viviendas en espera de habitarse de nuevo, granja-vivienda, merendero-vivienda...?  En casi lo más alto, ya en la falda del Burubio, hay un edificio de hace unos 15 años, es la casa nueva del concejo. La iglesia, ermita de San Miguel, no la podían haber hecho más lejos. Está subiendo por un camino secundario, yo diría que nunca ha sido camino a Mendeica, a la ladera más inclinada del citado monte Santa Cruz.
Si yo tuviera que romper una lanza en favor de un grupo, ajeno y sin intereses específicos en esta aldea, por su labor de divulgación y revivirla durante estos últimos cincuenta años, ese se llama Mendiko Lagunak  Taldea, de Amurrio. Pongo esta foto  como muestra de mi personal agradecimiento por llevar celebrando en esta ermita cinco décadas de una de sus más simpáticas  y populares fiestas anuales montañeras. (Foto Montañero de Babio)

Pero a la entrada del "casco urbano" (sólo dos casas viejas  con alguna cabaña, dos hornos de pan, la fuente -si así se puede llamar a aquel humedal junto al río y con un pequeño y bajo tubo de acero cerca de suelo y con un hilo de agua- y un chalé al fondo que parece equivocado de lugar),  hay una cartelera con cartas y avisos recientes. En carta del Alcalde del Ayuntamiento de Ayala se informa de las próximas elecciones a los Concejos en diciembre y se anota la lista de las veinte personas censadas y mayores de 18 años con derecho a voto, residentes aquí a fecha del pasado 9 de septiembre. Hay paridad de sexos y dominan los apellidos vascos.

Y un dato curioso. Con todo lo identificado que parece estar el monte Babio con Etxegoien, así como este "Montañero de Babio" de la foto, la cima está en suelo del pueblo vecino de Izoria.  (Foto Per Bat 19.07.13)
Al bajar, me encuentro con el hombre pausado que, macuto de tela cargado al hombro, sube de hacer la compra en Amurrio. Nos reconocemos ambos, tras varios años sin encontrarnos.  Pedro Menoyo lleva 77 años bajando a pie a Amurrio y subiendo con la pequeña carga de comida y bebida. Repasamos bajo los paraguas un rato nuestras "historias" y él continúa su ruta a casa -en la que me confirma que nació y de la que sólo salió de chaval con su padre y los bueyes a las ferias de Respaldiza y a los 21 años a la mili- con el mismo lento caminar  que tantas veces le vi pasar en mi niñez, adolescencia y juventud por mi Aresketa del alma.

lunes, 4 de noviembre de 2013

LUXO, ALDEA DE CANTEROS

Es el pueblo más pequeño de los 24 que forman el actual Municipio de Aiara/Ayala (Euskalherria), con 0,96 Km2. de suelo y sólo cuatro personas censadas (tres hermanos y el esposo de "la hermana pequeña"). Está a 491 m. de altura. Se documenta desde el año 864 como Fluiço.
Vista desde El Castillo (Ozeka), con el Zaballa (638 m.) cercano detrás y las montañas de Encartaciones y Cantabria al fondo.

"Yo hasta los 15 años trabajé en la cantera con Isidoro Urruela, un buen cantero y el criado de las Monjas de Quejana. Este pueblo siempre hizo la vida con Erbi, Retes y Arceniega, hasta que hacia 1975 abrimos la carretera de Ozeka que terminaba en el barrio de Gorbea, lo que nos cambió el destino hacia Amurrio. En 1955 había  cinco casas abiertas con treinta personas, que vivían de la agricultura, la ganadería y la cantera. Se llevó mucha y muy buena piedra a todos los pueblos cercanos y hasta Gordejuela..."
Per Bat se acerca  en este vehículo desde  Pozoportillo, en el mediodía gris plomizo del 2-11-13 que amenaza lluvia, a hacer el reportaje fotográfico y charlar con alguno de sus indígenas moradores.
Fue la casa de Isidoro Urruela, hecha por él mismo. Desde hace varias décadas, es la de los hermanos José Luis y José Mari Acha Gutierrez.
La charla no puede ser con otro que con José Luis, auténtico protagonista con su hermano José Mari de la supervivencia y transformación de este pueblo, antaño y durante muchas décadas de canteros, en un muy respetado y ponderado de ganadería.  "Bueno, ahora también está en decadencia... no verás más de 90 cabezas de vacuno".
Pocas cabezas de vacuno y ninguna de caballar, es todo lo que veo en sus verdes praderas. Al fondo, la Sierra Salbada, es majestuosa y bonita hasta con el plomizo y nublado mediodía de hoy.
Los hermanos Acha no emigraron en los sesenta, como todos sus vecinos, al futuro prometedor de la industria en Amurrio y Llodio. Aguantaron... y acertaron.  Se quedaron solteros. Personas de pocas palabras, pero "de palabra" y de mucha constancia en el trabajo. Empezaron de criados y la escuela no fue muy benévola para ellos. Dotaron al pueblo de carretera desde la de Ozeka  y dos décadas después de otra desde Erbi, de luz eléctrica, de agua corriente y saneamientos, compraron y arreglaron para ellos la casa de entrada al pueblo, cimentaron la calle, restauraron la iglesia, construyeron una inmensa granja para ganado mayor con  varios  pabellones...

Y el 31.07.94, coincidiendo con la apertura de la nueva carretera de Pozoportillo, que también beneficiaba a Luxo con una nueva alternativa de acceso, concentraron en sus campas una exposición y prueba de maquinaria agrícola para las cuatro autonomías del Cantábrico. Yo mismo vi pasar por la Venta de Pozoportillo más de cien vehículos y camiones, que me dejó realmente sorprendido.
El Cementerio y la Iglesia, han "resucitado" gracias a la ardua labor de los Acha, que en cuatro décadas han conseguido de un Luxo/Lujo moribundo hacer un pueblo envidiable y de lujo para vivir.
Cuando habla el alcalde, su familia le escucha como a un patriarca. Su hermana, cuñado, dos sobrinas  y el gran perro labrador blanco que ejerce de portero, oyen con gran educación, como en los viejos tiempos... como debe de ser.  Al preguntarle por datos más antiguos, me clava de inmediato una respuesta tajante. "En la guerra del 36  se quemaron todos los archivos de la iglesia".
En pleno "casco urbano" las eras de trillar son de una calidad extraordinaria en piedra de sillería. Es claro que fue pueblo de buena piedra y canteros, a los que también algún día habrá que homenajear.
Tienen mucho mérito las personas como estos, que se dicen "con muy poca escuela"... y que han resucitado a los pueblos de su moribundo abandono.  Y a los quince años -según me contó distendidamente en otra charla-  la poliomelitis le enseñó las garras de la muerte y le dejó secuelas.  A este cojo de 67 años, que no miente, la vida y el mundo, las ganas de vivir y de mejorar la humanidad, le han llevado por el camino acertado. ¡Ojalá hubiera muchos cojos y "de poca escuela" que corrieran así! Que también estuvo en Bruselas, en cursillos de ganadería y reuniones de la CEE...

La fuente y lavadero antiguo, en la parte más baja del alargado pueblo... hay que restaurarla!
Y en el centro del pueblo, alguna casa sólo mantiene esto.
Las cabañas han aguantado mejor que las viviendas en Olabarte.

El barrio de Olabarte, el único alejado del casco y el más cercano a las viejas canteras, está en gran deterioro a pesar de sus "musculosos" edificios pétreos.


No recuerdo ningún pueblo de la Península, donde las cabañas tengan tanto arte de sillería. Que sean  más numerosas que las viviendas, ya lo he conocido. Se ve que cuando les sobraban piedras... pues a hacer más cabañas para el ganado, los aperos o las cosechas. Dos fotos más sólo lo corroboran y certifican que hasta en sus más elementales paredes hay trabajadas piedras.




 


Cierro este sencillo reportaje con unas fotos más, que se explican solas tras lo ya comentado.




Y pongo el broche de oro fotográfico con esta espectacular cabaña. No es una fotografía trucada ni arreglada. Es real como se ve y la que se hizo, probablemente sólo y a mano hace más de cien años, el cantero ya mencionado, Isidoro Urruela.  ¡Artista!


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