lunes, 26 de diciembre de 2011

CAMINO REAL DE LA SOPEÑA GR-284

Hasta la segunda mital del s. XIX las comunicaciones humanas entre estos dos lugares se desarrollaron por un camino paralelo a y bajo la Sierra Sálbada. La carretera, hoy C-6210, de Vitoria a Balmaseda (1849) y el ferrocarril Castejón-Bilbao (1863) empezaron a cambiar las costumbres de nuestros antepasados, que desde milenios atrás sólo usaban sus piernas y el burro/mul@ en las largas distancias.

Hoy llamamos GRs (grandes rutas) a los largos caminos de entonces. Como ejemplo, de Empuries a Fisterra debió de ser el más antiguo o el primero de la Península Ibérica, quizás cuando aún era una provincia de Roma o antes, que la primera es del VI a C. Es la GR-1 y pasa por nuestros vecinos municipios alaveses de "encima de la peña" Espejo, Baldegobia y Bóbeda.   


Recientemente se ha "resucitado", al menos de información y abriendo el "okupado" y tapado camino, esta antigua  probablemente vía principal de la Tierra de Aiala. He visto en la Cruz de Aresketa (Amurrio), en la Torre de Quejana y en la Campa de Oletar (Ozeka)  estos carteles indicativos, de fácil lectura e interpretación. ¡Indígenas y foráneos, hay que leerlos!



Dado por conocido que Orduña y Artziniega eran y siguen siendo las dos joyas  de esta ruta, me permito recordar otros lugares interesantes cercanos. La Torre de los Ayala, una "dinastía" que empezó con Don Vela hace ya once siglos... Menoio no pasa desapercibido. El dolmen de Oletar, donde ya  vivía gente hace 6000 años; la Fuente de los Nudos unos cientos de metros más arriba, nos transmite las creencias que del todo aún no ha eliminado el cristianismo...



Ventas de arrieros o cuarteles momentáneos de guerras, como la de Pozoportillo, desde donde se atacaba el ascenso final a la meseta....


Y muestras de viejas creencias en puertas centenarias.




A esto entonces no se llamaba artesanía. Era necesidad y se hacía casi todo a mano.



Ahora quedan algunos artesanos, pero pocos. Y este ayalés como ocio en su jubilación y ganas de transmitir la cultura milenaria a los venideros...









Las fotos son todas de ayer al mediodía, espléndido sol, exceso de luz para mi vieja Olympus, y están sin arreglar. Sólo son el complemento para invitar al lector a visitar la Tierra de Ayala y la GR-284.



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