domingo, 27 de septiembre de 2015

SIERRA DEL MONTSIA - LA TORRETA (764)

Hoy es un día importante en y para Catalunya. Como en India, ocupada por los ingleses hasta 1947... "esta noche la libertad"... después  de las elecciones  estarán un poco más cerca de conseguir la libertad de ser un estado soberano.









Esta madrugada, antes del alba,  oigo tronar fuerte. A mi paso por Vinaros, hacia las 9,15 h. se hace  casi de noche. Puede estallar la tormenta. Me la juego y  sigo. A las 10  aparco mi turismo en el punto más alto posible, tras la entrada por una carretera-pista que se inicia en la salida a San Carles de la Rápita este. Siete coche ya me han precedido, habrá gente en la Sierra. La amenaza de tormenta se ha pasado. Mi equipaje y vestimenta me hubieran obligado a refugiarme en "cuevas", que haberlas haylas, pero  solo conozco una.






Ultimo aparcamiento, del que salgo a pie a las 10 h.







10,23 h. Ultima fuente en mi larga travesía. Ni bebo ni cargo agua

10,33 h. Hay madroños. Como media docena.









Cojo una senda menor a la derecha que me parece un atajo. Me sale muy mal. Me meto en una selva de matorral tupido y pinchante, con pequeños roquedos salpicados, donde a veces ni veo ni piso el suelo y me cubre entero. Una hora perdido. Asusto a un jabalí, que sale huyendo aplastando mejor que yo los matorrales. 24 horas después aún me dolerán los numerosos rasguños de las piernas.
 


10,40 h. Perdido en la "selva", aún puedo retratar la Delta del Ebro.




11,35 h. Tras divisar la senda que creo la buena, aún me queda destrepar esta pared de más de 20 metros verticales de rocas.


11,36 h. Son las huellas que me deja el extravío.












A las 11,35 me reencuentro con la senda buena. Pronto Mas de Redona, esa masía trabajada hasta 1955 y hoy en ruina total, que es punto de referencia casi obligado en esta sierra. Las indicaciones y la senda bien pisada, aunque ya estrecha, llegan bien hasta el ojo de La Foradada (507) por la izquierda, y en un cruce bien indicado hasta Ulldecona pasando por otra masía en ruinas, Más de Comú. Los muy pocos senderistas con que me encuentro, sólo llegarán hasta el ojo. Es lo que más se vende de toda la sierra, es la ruta para los domingueros.

11,47 h. Mas de Redona


11,54 h. Dos sendas: izquierda a La Foradada y derecha bajada a Ulldecona. Es la GR 92








A partir de las 12,09 h., que dejo el ojo de La Foradada, se me acaba la senda clara, las indicaciones y la gente en la montaña. Por el quebrado cresterío, las vistas son excepcionales. Pero el suelo, las trepadas y destrepadas por las seis cimas que me esperan sólo son aptas para montañeros experimentados en roca. Tras la experiencia vivida una hora antes, extremo la precaución, sobre todo en la visión de los pocos hitos y en cada pisada y agarre de mis dedos a las rocas. Una caída aquí, si el móvil se me desprende lejos, me puede costar demasiado cara. 



Saco un extenso reportaje de fotos, que por ahora no puedo extenderme en subir a esta entrada  por la lentitud del wifi en toda esta zona. En el caminar, cada cima me quita la visibilidad de la siguiente. Y después de cada una viene el pequeño barranco. Y así, solo parando para las fotos , llego a la última, que tiene que ser La Torreta de Montsiá (764) a las 13,30 h.



















13,30 h. La Torreta de Montsiá (764), el punto más elevado de esta Sierra en el litoral.








San Carles de la Rápita desde La Torreta



No es fácil el regreso. La meteorología al menos me ha perdonado. Bajo a la senda de Ulldecona hasta Mas de Comú, desde donde tengo que subir hasta Mas de Redona, donde me encuentro a  las 14,30 h.ocho holandeses/as que suben a La Foradada  Otra francesa merodea solitaria por las ruinas de la masía habitada hasta 1955. Desde la Fuente de Burguer (15,13 h.) bajaré con otro senderista solitario vinarocense (Ricard 57), que conoce algo la zona y me aporta datos.  Llego a las 15,45 al coche, con casi seis horas de dura caminata en mis piernas. Esta vez, en lugar de hacer una ruta circular, como suelo objetivarme, me ha salido dos, que forman un ocho.








A las 16,30 h. cuando llego a casa a comer, los catalanes siguen votando en las urnas, una vez más aunque ahora con demasiado ruido, su destino... ese que demasiadas veces lo deciden otros.
Quizás su objetivo principal de hoy, no les ha llevado a la montaña, a sus montañas, donde no me he encontrado con ninguno de los suyos.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

PASEO POR LA SIERRA DE IRTA (496) Y SAN ANTONIO, 35 kms.


Playa, paseo, tele, cartas y cotilleo es el cóctel habitual de las vacaciones en Peñíscola. Mi creatividad e inquietudes sólo me permiten practicar los dos primeros, buscando en la montaña, naturaleza y cultura. Y la Sierra de Irta es el escape más fácil y cercano.


Siempre puedo buscar y encontrar tramos y lugares nuevos. Hoy el acercamiento con la bicicleta, que con el regreso me quitan de andar 20 kms.


Calles anchas y en total abandono. Farolas sin luz. Es parte de la barbarie urbanística abandonada que hay que soportar en el acercamiento...




... donde esta  aparentemente terminada y vacía urbanización, es la "guinda" más negra de la zona. La llaman Nicholandia




Este pozo con agua es una excepción  en la Sierra






En muchos paseos por esta sierra, hace tiempo que no veía a nadie trabajando el campo




Tras el primer atajo, dentro del Camino de coches, esta vez lo cruzo y me dirijo hacia el SO en busca de una ruta que  desconozco...






... aunque este hito gigante ya lo tenía controlado.



 


Desde la estrecha y pedregosa senda, diviso a mi izquierda en pronunciada ladera esta "casete de volta", a la que me dirijo, estudio y retrato. ¡Qué maravilla de construcción a mano, sin argamasa, en dificilísimo lugar... que dura casi intacta más de 500 años!

Esos moros, que poblaron estas tierras 800 años... y que nos dejaron una agricultura impresionante, que se ha abandonado y en la que a veces se "planta" un "mocordo" como esta urbanización Fontnova. 



Palmitos y pequeños robles  luchan por sobrevivir entre otras plantas más pinchantes y desagradables




Y en lo más alto de esta Sierra, cerca la Majada La Rabossa, caminos, sendas e indicadores


En el descenso, a las 12 h. llego a la ermita de San Antonio.


Pero antes, en lo más alto, he alcanzado a una muchachada en e una excursión lectiva.




Los orígenes de la hoy blanca, visible desde lejos, renovada y hasta con carretera, ermita de San Antonio (350), son estas dos eremitorios del s XII.  
  

Soy de los pocos que sabe lo del agua de este aljibe delante de la "moderna" ermita  y se atreve a echar un trago


Son las 13 h. cuando en regreso paro a retratar esta hornacina de San Antonio, ya abajo y cerca de la Urbanización Nerea


La excepción y la alegría de hoy en la montaña, en la que no encuentro a ningún caminante, me la dan una muchachada de 88 chicas/os catorceañeros, que con 8 de sus profesores han llegado desde Vinaros en una jornada lectiva sobre la naturaleza y hacen a pie el recorrido de la Sierra desde Santa Magdalena de Pulpis a San Antonio y regreso. Los alcanzo a mediodía en lo más alto, cuando van a descender hacia el Castillo de Pulpis.

Y al llegar a la ermita, al acortar recorrido y practicar escalada a pelo, una rubia de buen ver (Elisa 53), acude en mi ayuda cuando me cree con dificultades al trepar una alta pared. Después bajaré con ella y su compañero (Eduar 54) en interesante y coincidente charla,  por el camino más ancho y habitual, hasta mi bicicleta. "Yo de Zaragoza y él de Barcelona... y somos compatibles". En las ermitas y en la montaña siempre encuentro buena gente, charlo y coincidimos mucho.


"A las dos estate puntual, tenemos comida con Ana y Félix", me lo ha recordado mi compañera. Llego a las 13,30 h. Aún me queda tiempo para ducharme... y  ser puntual.


Conclusión de esta mañana en la naturaleza: No veo a nadie voluntariamente en la montaña y más de mil en la playa. Es lo que hay un día soleado cualquiera en Peñiscola... y en el planeta Tierra. Cada día me es más fácil explicar que los seres humanos somos unos rebaños con unos pastores que nos dominan, nos roban la leche, la lana y los corderos... y dos pastores más, jefes de los pastores, uno moreno en Wasingthon y otro blanco en Vaticano, que les dirigen. La excepción, pataleta de unos pocos que se rebelan, confirma más aún mi pensamiento. ¡Pero seguiremos así... incrementando nuestra "esclavitud"!













domingo, 20 de septiembre de 2015

SIERRA DEL MONTSIA (CEDRILLES 695)

Una nueva prueba montañera en mi  estancia junto al Mediterráneo, donde tengo que desplazarme a veces muchos kilómetros en vehículo para acercarme a la base de la montaña.



El Montsià es una comarca de una geografía tan variada que puede decirse que es una pequeña síntesis del continente: la costa bañada por el mar Mediterráneo, el paso del último tramo del río Ebro coronado por su Delta, la llanura que se extiende por el interior enmarcada por las sierras mediterráneas del Montsià y de Godall en la parte del litoral, y en el interior por las montañas de los Ports. Esta variedad geográfica natural se traduce también en riqueza cultural, social y gastronómica; recorriendo los distintos entornos de la comarca podemos descubrir pueblos que nos ofrecen paseos por calles pintorescas; visitas a monumentos, museos, centros de interpretación y restos arqueológicos, actividades deportivas, de ocio y descanso, artesanía y sabores muy variados con denominación de origen.





La altitud máxima de la Sierra, en su parte del litoral, es La Torreta de Montsiá de 764 msnv, que aún no he hollado. Pero quizás la cima más espectacular y visitada es La Foradada  (698) con su "ojo" gigante, que ya está en mi curriculum de montañero. (22.04.2010)












Hoy son 125 kms. desde Peñiscola (ida y vuelta) hasta Amposta, una de las bases de esta interesante Sierra. El acercamiento vehicular me ha costado hora y media, porque no he visto  indicaciones a la Sierra, tampoco personas a las que preguntar y la única que encuentro (81 años), casi me entretiene y enreda más. Con todo, a las 10,15 h. inicio la marcha a pie sin saber bien a qué cima voy a llegar.


En las fotos y sus textos dejo el reportaje montañero con los horarios  concretos. Los sentimientos y personas encontradas con quien he compartido van en un texto más amplio.







10,15 h. Primera foto del camino a pie tras carretera estrecha con muy deteriorado asfalto, que muestra a parte de la Sierra  por su cara oeste (por la que ascenderé por las sombras), con el Cedrilles detrás como punto más elevado.


10,25h, Aquí dejo el camino y las últimas ruinas de una casa para meterme en una encrucijada difícil de viejas fincas de naranjos. Es el turismo de las montañeras Roser y Angels.



11,13 h. Tras la senda difícil y serpenteante en ascenso, se llega a la primera "muralla", farallón que en algún punto permite esta vista.



 
11,15 h. Farallones de paredes cóncavas, que se pasa por debajo de ellas

11,28 h. Y la sorpresa de encontrar algún madroño, que supondrá mi único alimento sólido en la larga mañana.

11,30 h. Primera vista de la Delta del Ebro.

11,33 h. Farallones de piedra caliza y bosque variado. Al fondo arriba o detrás, el objetivo de hoy.

12,07 h. Calzado suficiente para esta montaña hoy... aunque unas botas ligeras que defiendan los tobillos es más aconsejable. 

12,12 h. Y desde arriba, muchas vistas, donde la Delta atrae de manera especial

12,20 h. Dos horas para subir a pie, relajado y disfrutando. Ni siquiera estoy seguro de que es el Cedrilles, a pesar de un mojón geodésico desde el que en programa de retardo me autosaco foto

14,15 h. A un kilómetro de la cima, esta manual señal de algún aficionado altruista puede confundir en un cruce de tres sendas, porque no está sujeta en el suelo sino que es movible. La retrato en el descenso, tras una prolongada estancia disfrutando en la cima.










Antes de iniciar la senda estrecha serpenteante, que me subirá por el cañón en sombra de la foto junto a farallones verticales y de bella hechura, ya bajan Roser (24) y Angels (22), dos  guapas deportistas de Amposta, que se desviven por explicarme la ruta de ascenso y la zona, que conocen muy bien.

Me entretengo sacando fotos, que el día y el paisaje lo merecen, y porque no es probable que repita este monte dada la extensión y posibilidades de esta Sierra del Montsiá. Llego a cima a las 12,15 h. que sólo los próximos montañeros que la alcanzan varios minutos después, me confirman que es la que supongo, por cierto nada señalizada y mínimamente documentada.

Cristian (29), Fani (27)  e Inma (15) son de Amposta y hablan catalán. Nos entendemos bien.  Me dejan charlar un buen rato con ellos. Extraordinarios. Se van hacia el lado norte de la montaña en leve descenso, quizás al Foradada (678) que hice en mi anterior ataque a esta Sierra.

En plena charla, llegan Antonio (57) y de Amposta también, y su compañera holandesa Annet (43) ... moltes gràcies!. Interesante y entretenido diálogo, con un repaso al alpinismo que él domina  y a bastante más... seguiremos en el ciberespacio... y quizás nos veamos en otras cimas.

Nos despedimos. Yo regreso por lo subido, dada su sugerencia para encontrar  bien mi coche. El y su compañera por el lado opuesto. Pocos minutos después, cuando rebobino mis ideas y mis prendas... he perdido las gafas! Corro para alcanzar a Antoni, por si las hubiera encontrado... vuelve, rastreamos la cima y me las localiza caídas en la grieta junto a la que me había sentado para la foto en el hito de la cumbre. ("Bajando del Posets también ayudé a un vasco encintándole las botas que acababa de romper"

El día soleado, las vistas de la Delta del Ebro y más, la naturaleza agreste han sido extraordinarios. Mi cuerpo ha respondido muy bien, aún sin agua ni bocado. Tenía dudas porque llevo el año 2015 con dos lesiones y otros dos esfuerzos grandes (mis Caminos 27 y 28). El encuentro con siete montañeros (cinco chicas y dos chicos - seis catalanes y una holandesa) nunca me había resultado tan agradable por haber compartido charla, rato y hasta coincidencias con todos ellos.

Llego a comer con mi compañera, que me espera,  a   las 16,15 h. Aún llevo en mi veterano Nissan a dos jóvenes  ingleses, melenudos barbudos y con guitarras y muchos trastos, que pretenden dar la vuelta a la Península Ibérica. Nada más verlos en la carretera, me recuerdan mis correrías en autostop (algunas contadas en mi blog Peregrino Bat) de 1965 a 1969.

Esta vez, dedico esta entrada, esta mañanera a las/los siete montañeros que me han ayudado  en el encuentro con ellos.  ¡Puedo dar fe de que la juventud va al monte... y de la buena gente con que te encuentras en la montaña!