sábado, 28 de abril de 2018

GAMA: DE LA VILLA MEDIEVAL A LA ESCUELA DE ESCALADA

Un saludo a la mañana en la Biblioteca de Aguilar, me va a llevar a media tarde a disfrutar y estudiar el "castro de los Baraones" en Gama. Manolo Martínez es el indígena ilustrado. El circuito a pie de cuatro horas por su pueblo... merece una entrada bien documentada en mi blog Anetismo. Darme tiempo... que ando con la agenda muy apretada... y el catarro no acaba de irse. 








Gama fue una localidad con cierta importancia en época medieval, cuyo castillo elevado sobre el roquedo que corona la localidad (hoy en ruinas) llegó a rivalizar con el cercano de Aguilar de Campó.




Llegó a ser villa y cabeza de cinco municipios aún menores en habitantes. Su demografía se ha movido a la baja. Los 8 kilómetros que sólo la separan de Aguilar ha propiciado que esta otra villa se la coma. Actualmente ni siquiera se mantiene como ente jurídico (desapareció hace años la junta vecinal), es un  barrio de Aguilar. 




Campos fértiles abajo en el valle y junto al pueblo actual. donde lo atraviesa un arroyo de oeste a este. Porque en las laderas de la montaña el escarpado y las rocas lo hacen bello pero poco productivo. Probablemente su propio nombre puede ser una derivación de garma, que viene a significar terreno escarpado.




Actualmente hay 20 casas habitables, en general de buen aspecto y varias con cabañas adosadas, un pabellón agrícola en el centro urbano, varias huertas menores y una casa rural cercada con patio interior y tres edificios. Pero... "muchos noches igual no duerme nadie en el pueblo, si no hay huéspedes en la casa rural", me dicen los hermanos Manolo y María Jesús, mis anfitriones de esta tarde. Porque ellos también se van a dormir a Aguilar. Aunque las 15 gallinas de corral en el cercado anexo a su casona "de las flores" dan vida constante a la villa hoy reconvertida en aldea pequeña.     




  Iglesia de San Andrés. Parroquial de la localidad, se trata de un buen ejemplar de la arquitectura románica en el norte de Palencia, con origen en el siglo XII, si bien sólo recientemente (tras su restauración dentro del Plan de Intervención Románico Norte) es visible su origen, pues diversas intervenciones modernas muy agresivas le habían causado un fuerte impacto, ocultándola bajo distintos  adosamientos.

Manolo Martínez, tras un paseo largo de tres horas circundando y visitando la escarpada villa antigua, con excelente vistas de sus alturas castilleras y rocosas, se esmera en enseñarme y documentarme la joya actual de su iglesia.  "Los canteros  la fecharon en esta piedra...pero con el calendario actual  juliano hay que restarle 38 años. por lo que se hizo en 1190)

Castro de Los Baraones. Fotográfia: Ángel Neila Majada



Lo que a mí me ha provocado esta visita no programada para esta fría tarde de sábado, lo comento en el preámbulo de este artículo, el Castro de los Baraones.  Lo visitamos distendidamente en más de dos horas, para continuar hasta las ruinas de histórico castillo. Poco queda a la vista de este castro, pero..."han descubierto monedas, cerámica y  dagas en las excavaciones, que no sé a donde las han llevado" Manolo es un tío instruído, que le gusta seguir aprendiendo y enseñando, abierto y extrovertido, que nunca asegura lo que no se debe asegurar.  En  www.regiocantabrorum.es/.../castro_de_los_baraones... 
y en otros escritosa hay más contenido.




Y el Castillo de Gama... bueno... las pocas ruinas que quedan de él, no podíamos dejar de verlas con detenimiento. De hacia el XII, como tantos, aunque pudo ser edificado sobre restos anteriores. Como el pueblo, que pudo estar ubicado en la ladera escarpada del monte hace varios siglos.




Y dentro de las ruinas del castillo, está la Ermita de La Asunción, restaurada hace algunos años y que muestra ya grietas preocupantes. "El día de la fiesta, subimos andando a por la imagen, que bajamos a hombros y en procesión, y al día siguiente la volvemos a subir... pero por el camino antiguo, no por este otro que algunos por atajar se están empeñando en abrir".  Y entre los dos, cogemos piedras de la ladera para cortar el camino "malo" y hacer una flecha por el antiguo.




Pero  he titulado este artículo "... a la Escuela de Escalada". Así que no debo dejar de escribir algo sobre esta faceta de las últimas décadas de Gama.



Entre mi polifacetismo está la escalada. Simplemente porque la considero un complemento conveniente en la montaña... y necesario en la alta montaña, que en poca medida practico. Sólo soy un principiante. Pero con maestros como mi hijo Zigor Egia... voy al Himalaya. Esta escalada y caída es del 30 de noviembre de 2017, con 69 años, en las paredes de Gama. Y, por supuesto, él me aseguró y  él me retrató.

De la historia de este moderno deporte, me dicen que fue pionero en este lugar el indígena Eladio Lantada Zarzosa. Sus vías son muy numerosas y de diversidad de grados. Yo he estado escalando con jóvenes de Bilbao, de Aguilar y de Valladolid. Lo de "Escuela de Escalada" igual es un poco exagerado, disculpas a los entendidos en la materia. Y termino con una profecía fácil...  Es una villa a la que volveré a disfrutarla.


jueves, 26 de abril de 2018

VALDECEBOLLAS NEVADO (2142)

Objetivo conseguido. Hoy la Sierra ha sido para mi solito. Sol, nieve, hielo... y un venado ha corrido ante mi presencia. Ya he perdido la cuenta de las ascensiones a este clásico palentino, en todas las estaciones, más veces sólo que acompañado. Lo he disfrutado a tope. Hay fotos y videos para un reportaje amplio. Lo subiré a mi blog anetismo.blogspot.com/, donde perpetúo mis "historias" seleccionadas en la montaña y con sus gentes.







Cuatro meses del 2018 y otros tantos intentos y viajes a la Montaña Palentina.  Fuertres nevadas, temperaturas bajas, hielo... subidas de temperaturas que han favorecido los aludes... En enero he conseguido subir hasta los 1650 m. de Golobar, pero con riesgo y dificultad.
 


El 26 de marzo mi aventura, también de montaña y con nieve, fue hacer el Camino Castellano Lebanoiego en una jornada. De Cervera de Pisuerga a Potes, de 8,50 h. a 22,30 h. fue muy largo, más que duro y peligroso. Todo asfalto, casi todo nieve, tambien hubo agua y nocturnidad en los 56 kms. de esa etapa, pasando por el Puerrto nevado de Piedras Luengas (1355). http://loscaminosdeperbat.blogspot.com.es/2018/03/37-camino-castellano-liebana.html






Hoy el anuncio meteorológico no era bueno, pero se me iban las oportunidades de este invierno y primavera con la nieve a partir de 1600 metros. En principio he echado en falta los crampones. Claro que a las 9 de la mañana en Barruelo el mercurio marcaba 4 grados. Había helado.




Luego, el sol ha dominado la mañana, La peligrosidad del hielo ha descendido, en ocasiones driblando las enormes laderas de nieve. En la cima he disfrutado mucho. Me he entrtenido en varias decenas de fotogtafias y media docena de videos, tanto en cima como en ascenso y descenso. Escojo estas al azar, porque todas me gustan y parecen interesantes. He descendido atravesando sin miedo los grandes neveros. Mis rodillas en ningún momento han tocado el suelo ni la nieve. Como única "herramienta", un bastón de avellano de mii cosecha y con mi marca "Per Bat".

 




Ha sido de esos dias que me hubiera quedado una hora en la cima. Pero el reloj y otros copmpromisos también mandan. La visita en Vallejo a Txutxi Suances, para mi ya es parte de esta excursión clásica. Se afanaba a sus 76 años en mimar una huerta y un cesped que los tiene siempre de exposición.



Hora y media de ascenso a pie y una hora de descenso. Lo demás lo ha hecho mi veterano Nissan, que está igual de fuerte que el amo. He echado en falta ver al menos algún montañero o sucedáneo por estas bellas montañas. Pero, a veces, los indígenas no aprecian la maravilla que tienen a la puerta de sus casas.


En tres meses de nevadas, ha vuelto la naturaleza a estar exuberante. El embalse de Aguilar, que he llegado a descenderlo en enero a su profundidades con sólo un 6%, ya casi llega al 74% de su capacidad (dato directo de Antonio Santiago, su Ingeniero Director y amigo y seguidor de mis aventuras) y subiendo. La naturaleza es más sabia que los mejores "adivinos" de dos patas, por mucho que presuman de "reyes de la naturaleza".  Como sé que la montaña sabe esperarme, volveré pronto a la Montaña Palentina, tan pronto como mi agenda, ya muy cocupada hasta octubre, me lo permita.